Como grupo, consideramos que la crisis política que ocurrió hace unas semanas ha permitido el despertar de la población peruana, especialmente de los jóvenes que salieron a marchar en contra de lo que ellos creían era un gobierno ilegítimo. Por otro lado, se  ha ganado más participación ciudadana en aspectos de coyuntura, puesto que las personas que no se involucraban antes en temas políticos, comenzaron a optar por una postura ante esta crisis, apoyando, incluso si no salían a manifestarse, a través de las redes sociales con el Hashtag #MerinoNoMeRepresenta. 

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Las consecutivas marchas nacionales permitieron recordar a las generaciones anteriores y harán recordar a las próximas que, si todos nos unimos como ciudadanos, nuestra voz será escuchada. Lamentablemente, esta vez, el derecho a protestar no fue protegido enteramente, ya que, como consecuencia, dos jóvenes fallecieron en una de las marchas: Inti Sotelo y Bryan Pintado y dejó al menos 200 heridos según la Asociación Nacional de Periodistas del Perú. Este hecho nos deja en una incertidumbre como peruanos, pues aún existe la interrogante sobre quién se encarga de cuidarnos, sin hacernos daño. Los abusos policiales se hacen cada vez más presentes en nuestro país. 

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Por ese motivo, debería plantearse la eliminación de la reforma de Protección Policial (Nº 31102), pues esta avala estos casos de represión policial, y permite la impunidad y el uso excesivo de las fuerzas del orden. Recordemos que se promulgó una ley que otorga a los agentes ciertas protecciones jurídicas especiales, y, como se vio, trajo como consecuencia un aumento de cifras de violencia a los derechos humanos. Por tanto, no debe ser aplicada a ningún caso en estas marchas nacionales y debe ser derogada para no permitir la violencia policial registrada ahora en futuras manifestaciones sociales.